domingo, 10 de marzo de 2013

Quizás no sea poesía.


Cuando mi pecho se carga
la rabia me apremia
no encuentro respuesta
para aliviar mi alma
ella se queda
pero no hay forma de que salga
debería asesinar a tus musas
y hacerme un traje
cuyo pelaje sea la sangre
y se abroche con tus dudas
Quizás debería acariciar tu cuello
con el tacto de mis manos
y cuando te despistes un momento
sepas que te estoy ahorcando
Que llores por tu pretérito
y por la superioridad de mi odio
que ni tú ni yo somos perfectos
pero me conformo
De momento sigo mi vista
hasta donde alcanza mis ojos
esperando la premisa
de quemar vuestros poros
Quizás no me consideres poesía
Quizás no sea más que un retoño
pero construyo mi propia sinfonía
en discordia con todo
Saborear la desesperación
y la rigidez de la desidia
lo único que alivia
es que sea producto de imaginación.

Astilla.


Llevo este estigma
enterrado en mi pecho
como una astilla
creando un duelo
en cada pálpito,
se cierran los párpados
para, entre sollozos, descubrir algo nuevo
Ojos en blanco
vigilan cada hueco
y cada poro asustado
solloza en su seno
Vigilia perturba a sueño
donde el estupor  de un dios
ha perdido el control
sobre cada miembro
El odio conmueve el alma
dándole el suficiente rencor
para ligarse a la rabia
y tensar el cordón
vuelan cenizas
se apagó el fuego
es por mi mechero
que ha dejado otra colilla.

sábado, 9 de marzo de 2013

Mi orgullo y mi musa.


Palabras mecen al aire
si empuñas la espada
disponte a cortarte
noches sin luna
no valen nada
como botellas rusas
vacías, usadas
Hacemos eco
para mirar más allá
busco un hueco
cansado, donde parar
De nada sirve sufrir
si el día no te busca
cuando esté solo aquí
quedarán mi orgullo y mi musa
no hay respuesta
ante mi nombre
no identifica al hombre
ni le deja huella
¿Yo? un servidor de ego
buscando tormentas
para aliviarme en el sereno
el sueño cuenta
lo que tu mente no vislumbra
y si tus ojos se asustan
es que sigues mi senda
Un mundo cruel y despiadado
donde se devoran corazones
de aquellos que no se reconocen
y el orgullo secciona brazos
Toma asiento
el tiempo se expande
sólo puedes contemplar su trayecto
cuando el frío comienza a embriagarte
Mañana, caminaremos sobre el sol
entre la tragedia y la sonrisa
de las palabras de un dios
cuyo poder dictamina sentencia
Palabras, todas dichas
Formas ya no sorprenden
Y aún así mi vida
la confirma un pecho latiente
Y  tengo hambre madre
Quiero exigirle al cielo
que me siga por donde pase
En concordancia con mi relevo
Hasta que mi sombra se borre
Hasta que me devore la duda
Seguiré hacia adelante, no sé a donde
Solo, con mi orgullo y mi musa.